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En este informativo encontrarás información general sobre qué es la depresión y qué hacer en caso de estar experimentando.

¿Qué es la depresión?

La depresión es un estado anímico caracterizado por la presencia de tristeza, apatía (pérdida de interés por actividades que te generaban placer antes) y sentimientos de culpa o falta de autoestima. De acuerdo con la Organización Mundial para la Salud (OMS), también se pueden presentar alteraciones del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.

Es posible que la depresión se presente en episodios cortos como respuesta natural a diferentes sucesos que resultan dolorosos en diferentes fases de la vida, como, por ejemplo: duelo por pérdida familiar o de seres queridos/a, pérdida de mascotas, rompimiento de una relación amorosa, pérdida de trabajo, etc.

¿Cuándo la depresión se vuelve un problema?

Cuando la tristeza es de intensidad superior ante la situación que estás experimentando. Algunas de las situaciones que puedes experimentar son las siguientes:

  • Notas que te sientes diferente a otras experiencias tristes que has tenido previamente y sientes que vas a perder el control.
  • Tienes una sensación de desesperanza. No ves salida ni propósitos a largo plazo.
  • Pérdida de interés en las actividades con las que antes disfrutabas.
  • Te irritas con facilidad.
  • Tienes ganas de llorar sin motivo aparente.
  • Te sientes cansado/a o sin energía.
  • Has notado cambios en el apetito y problemas de sueño. Puede que pierdas peso de forma drástica.
  • Tienes dificultad para concentrarte o de memoria.
  • Ya no tienes el mismo deseo sexual.
  • Tienes constantes sentimientos de inutilidad, culpa, pensamientos negativos, críticas hacia ti mismo/a.
  • Has tenido recurrentes deseos de muerte o pensamientos suicidas.

¿Qué puedo hacer si tengo depresión?

Exprésate y fortalece tu red de apoyo.

  • Intenta hablar con una persona de confianza si te sientes mal, tienes un problema o has recibido malas noticias. El expresar cómo te sientes, poder hablarlo con alguien, puede ayudarte a que te sientas mejor.
  • Relacionarte con los demás y ser activo socialmente te ayudará a tener una perspectiva diferente y cambiará tu estado de ánimo. Piensa que acudir a alguien si lo necesitas no significa que seas débil o que seas una carga para los demás. Si crees que no hay nadie al que puedas acudir, siempre se está a tiempo de hacer nuevas amistades.
  • Queda con amigos/as en persona. Aunque el contacto a distancia ya sea por teléfono, redes sociales o mensajería, puede ser una buena manera de mantenerte en contacto con otras personas, la presencia física es muy importante y difícilmente puede ser reemplazada.
  • Puedes acompañar a un amigo/a al cine, queda para comer o comparte cualquier otra actividad.
  • Conoce a otras personas o haz nuevos amigos. ¿Existe algún club o taller en el que puedas compartir y aprender esta actividad? ¿Algún deporte que sea colectivo? Integrarte en este tipo de organizaciones te ayudará a conocer gente que comparte aficiones contigo, lo cual hará más fácil que congenien.

Mantén hábitos saludables

  • Camina y muévete con algún amigo/a. Este ejercicio lo puedes potenciar compartiéndolo con otra persona y hablando durante la caminata.
  • El ejercicio físico ha demostrado que puede aumentar el estado de ánimo. Es una de las herramientas más poderosas para recuperarse de la depresión y es también una ayuda cuando se previenen posibles recaídas.
  • Para hacer ejercicio físico puede bastar con caminar 30 minutos cada día. Si llevas mucho tiempo sin hacerlo, proponte para empezar salir un número determinado de días a la semana a la misma hora y hacerlo unos 10 minutos.
  • Aliméntate de forma saludable. Evita comidas que son altas en grasas o bebidas con cafeína.
  • Duerme las horas necesarias para tener un sueño reparador. Es importante que duermas 7 u 8 horas diarias.

Desafía el pensamiento negativo

Es probable que subestimes tus cualidades positivas, tu capacidad o tu habilidad para solucionar los problemas. Un par de estrategias que te pueden ayudar son:

  • Intenta buscar explicaciones alternas. Puede que la primera explicación que venga a tu cabeza sea de que es culpa tuya, que no vales nada, etc. Trata de escribir todas las distintas interpretaciones que puedes sacar de esa situación o de esos pensamientos.
  • Evita estar en casa sin hacer nada, sentado en el sofá o tumbado en la cama. Eso beneficia a la rumiación (pensamientos que vienen una y otra vez a la mente). Mantente ocupado haciendo actividades diferentes.

Nota: recuerda no presionarte, puedes ir poco a poco retomando las actividades.

Puedes buscar ayuda profesional

Si ya intentaste todo y consideras que tus recursos no han sido suficiente, puedes optar por buscar atención profesional de la salud mental (un psicólogo/a), para que te oriente si podría ser depresión o no, e identificar el origen que puede estar generándolo. La atención puede ser por medio de psicoterapia. Existen algunos casos en que las personas posteriormente pueden ser referidas a psiquiatría cuando la o el profesional en salud mental lo considere conveniente, en esos casos podrían ser que él o la profesional en psiquiatría receten medicamentos.

Nota: toma en cuenta que cualquier atención que recibas, debe ser bajo tu consentimiento.

Recuerda que puedes recibir apoyo psicosocial u orientación personalizada de opciones de atención escribiendo por WhatsApp haciendo clic aquí https://bit.ly/3iQnEwl o puedes escribirnos por Facebook Messenger de lunes a domingo de 7:30 a.m. a 11:00 p.m.

 


Fuentes de consulta: